viernes, 25 de agosto de 2023

CRÍTICA AL LIBRO “ESTADO DE DERECHO Y REVOLUCION LEGAL (CHILE 2014-2020)” DE IVÁN ARÓSTICA

 


La producción intelectual de nuestro medio criollo, hay que decirlo, es bastante flaca. Es verdad que las grandes editoriales y universidades estimuladas por aportes de foundations, financian, publican y publicitan, con abundancia atosigante, libros de línea progresista, la mayoría de los cuales vegetan en los anaqueles de las librerías. Cantidad obviamente no es calidad y menos producción genuina de inteligencia. Los diarios levantan autores siguiendo los dictados de lo políticamente correcto, muchos de los cuales oscilan entre la inanidad, lugares comunes y redacciones abstrusas que pretenden ocultar lo que son: galimatías.

Con la excepción de Carlos Peña, en alguna medida Alberto Mayol, y muy poco más, el progresismo criollo carece de autenticidad intelectual que merezca la pena. La derecha en tanto, padece de confusión mayúscula. Axel Kaiser con sus mediáticos opúsculos sobre economía, social cristianos como Daniel Mansuy, Hugo Herrera y Pablo Ortuzar y muy poco más. Plagado de lugares comunes, no ofrecen herramientas para alumbrar el laberinto donde nos encontramos. A favor de ellos, hay que decirlo, no es nada fácil nadar contra la corriente progresista hegemónica. Y porque es flaca esa producción intelectual, se valora especialmente el esfuerzo del autor del libro que comento, que sí ofrece orillas donde dirigirse en este naufragio.

De Iván Aróstica solo conocía su tarea como ministro y luego presidente del Tribunal Constitucional. Sabía que era académico, y que, por sus vínculos, era políticamente conservador. Inducido por un amigo común, asistí al lanzamiento de su libro y quedé gratamente impresionado de sus palabras. Una elocuencia académica pero apasionada, recordándonos que, sin pasión, la producción intelectual nada vale.

Su condición de actor y testigo privilegiado de nuestra realidad político-jurídica, que él bautizó como Revolución Legal, y su elocuente discurso, me pareció podía ofrecer luces para comprender la contingencia, en la cual colisionan, expectativas generadas en una caótica sociedad de consumo, cambios tecnológicos sorprendentes, y una revolución post marxista, sazonada con utopías globalistas debidamente aceitadas, con dinero de foundations. La lectura del libro me ha confirmado mi impresión inicial: El autor abre cortinas y puertas para aquella mejor comprensión de nuestra accidentada realidad contemporánea.

Su libro se compone de cuatro capítulos basales. Los dos primeros, digestivos para lectores familiarizados con el derecho, la filosofía y la historia. Suscribe una genealogía del pensamiento contemporáneo, con la cual no coincido exactamente, y otra genealogía de los acontecimientos históricos de occidente que es consecuencia de la concepción del mundo por él desarrollada. Hasta ahí, nada muy nuevo a lo ya escrito.

Pero en los dos últimos capítulos, Aróstica nos interpela, con la descripción del Chile que él vivió desde su experiencia pública. Siendo portador de una sólida formación académica clásica, le ha permitido dicha experiencia, absorber, comprender, procesar e interpretar esos acontecimientos del Chile contemporáneo de manera lúcida y diría yo, novedosa. Hay que decirlo: esa capacidad de vuelo intelectual aquilino, es muy escaso entre jueces, burócratas, empresarios y políticos de nuestro medio, que más podrían asimilarse a esas aves de corral que emprenden vuelos cortos pesados y azarosos.

Ortega sostenía, que la super especialidad es uno de los grandes enemigos de la sociedad contemporánea y el gran vehículo de la masificación. En nuestro occidente, los actores en roles de responsabilidad y poder, saltan desde la universidad, a la carrera de cada cual, y la urgencia e intensidad de los problemas que les atañen, absorben su inteligencia de una forma perversa. A tal punto que, esos actores super especializados, carecen de una perspectiva amplia, condición necesaria para tener un juicio cabal de la circunstancia que le rodea. La super especialidad impide tener altura para observar el contexto de los acontecimientos. La experiencia de la pandemia, donde no hubo desatino y estupidez que no se cometiera, dejó en claro, que, si dejamos el mundo en manos de los super especialistas, nos extinguiremos como los dinosaurios. Robert McNamara personaje central de la política norteamericana de post guerra, reconoció al final de sus días en una entrevista, que muchas de las decisiones en que participó, -que a veces costaron vidas de muchos seres humanos- fueron estúpidas por culpa de su sesgada perspectiva de ingeniero.

La clase empresarial, política y judicial es un ejemplo evidente de este fenómeno: es de tal intensidad el esfuerzo de trepar y sostenerse para ser elegido presidente, senador, juez, diputado, director de empresa o gerente de megaempresas, que gran parte de esos dignatarios, son analfabetos funcionales que poco o nada entienden respecto de lo que se encuentra en juego en el Chile contemporáneo, y, lo que resulta azorante, se encuentran a cargo de nuestros destinos colectivos.

Iván Aróstica asume un cargo que absorbe intelectualmente como pocos, (ministro y presidente del Tribunal Constitucional) pero ya hombre maduro, dotado de una cultura y perspectiva del mundo, que le permite interpretar los acontecimientos. Y nos ofrece entonces, en los capítulos tres y cuatro de su libro, reflexiones y juicios que le inspira aquella experiencia en la judicatura, y nos somete a la tensión de cuales son, los dramáticos dilemas que vive el Chile contemporáneo. No hay en su libro, recetas, prescripciones ni abracadabras que nos den la solución. Pero como dice un apotegma de las matemáticas, un problema, mientras no se formule, no puede tener solución. Aróstica ofrece una lúcida formulación del problema.

Los abundantes pies de página, que a algún lector pudiesen distraer y perturbar, personalmente los considero como el gran aporte de la obra al igual que la bibliografía citada. Dan cuenta de un trabajo de una profundidad muy escasa en nuestro medio.

Como el chileno lee poco, me atrevo a una sugerencia al autor: que, en una nueva edición, se entreguen los dos últimos capítulos en exclusiva. Deformación profesional de nuestra profesión de abogados, es no dejar cabos sueltos en un discurso. Además, Aróstica es académico, y ese prurito por la precisión se potencia en la academia. Pero para el gran público, es posible que los dos primeros capítulos pueden ahuyentar a lectores que podrán sacar un provecho de los dos últimos capítulos, provecho que me parece urgente, para disipar en algo la niebla que oscurece la contingencia nacional.

Agosto de 2023

 

jueves, 24 de agosto de 2023

¿QUE TIENE QUE VER EL CONTROL DEMOGRAFICO CON EL FEMINISMO Y LA IDEOLOGIA DE GÉNERO?

 


He escuchado una interesante conferencia de Fray Francisco Javier Catalá, fraile dominico, en una plataforma de una ONG católica del País Vasco. El presbítero hace una interesante relación entre la historia de la planificación familiar inducida, y del feminismo e ideología de género. La indesmentible relación entre ambos relatos, ayuda a comprender los por qué, de este verdadero tsunami ideológico que se nos ha venido encima.

Margaret Sanger, funda en 1918, la Federación Estadounidense para la Planificación Familiar, más conocida como Planet Parenhood. Abrazó esta señora la doctrina eugenésica, que es una seudo filosofía, que propicia la mejora de los rasgos hereditarios humanos, mediante diversas formas de intervención manipulada y métodos selectivos de humanos. Vinculada al Darwinismo social, el eugenismo, pretendidamente científico, aspiraba al aumento de personas más fuertes, sanasinteligentes o de determinada etnia o grupo social. Para ello promovía directa o indirectamente la no procreación de aquellos que no poseían, según sus cultores, esas cualidades, llegando a considerar al aborto como un medio ventajoso, en el ahorro de recursos económicos para los países pobres. Los métodos del eugenismo del siglo XIX y XX incluyeron, desde la esterilización forzada, hasta el genocidio.

La institución formada por la Sanger, promueve hasta el día de hoy la práctica de abortos, especialmente de fetos con problemas y la esterilización de personas socialmente calificados de ineficaces, especialmente afroamericanos.

John D. Rockefeller, Jr., fue uno de los primeros defensores del trabajo pionero de Margaret Sanger, en el control de la natalidad como medio para mejorar la salud materna y pública. En 1942, cuando la Federación Estadounidense de Control de la Natalidad de Sanger se unió a la Federación Estadounidense de Planificación de la Familia, la RBF comenzó su apoyo financiero a la organización. Esta fue una causa en la que el fideicomisario de su organización, su fundador John D. Rockefeller III, tomó especial interés. Las donaciones del Fondo ayudaron a Planned Parenthood a lanzar programas sobre espaciamiento de los hijos, atención médica prenatal, educación pública y proyectos especiales en comunidades afroamericanas. Así empezó la “lluvia” de dinero, en favor de la eugenesia y control de la población.

Bajo la premisa del estimado por ellos círculo “vicioso”: familias extensas= pobreza; pobreza = ignorancia; ignorancia = familias extensas, el fideicomiso de Rockefeller apuntó al aborto (aun no existía la píldora anticonceptiva). La Fundación Hermanos Rockefeller para la planificación familiar tiene por lema: Filantropía para un mundo interdependiente. Su significado práctico podría ser más bien, Dinero a carretilladas para formatear al mundo y someterlo a mi dependencia.

Terminada la guerra, ante la evidencia que las doctrinas eugenésicas nacidas en el mundo anglosajón, habían tenido su macabra aplicación práctica por parte del Nacionalsocialismo alemán, el discurso cambia. Se deshace del justificativo racial, y apunta al “bienestar económico” de quienes son amistosamente coaccionados a no proliferar y ojalá, a extinguirse. Se populariza el concepto de “explosión” demográfica. La palabra explosión apunta a sensibilizar este fenómeno como algo fatídico. El presidente de EE. UU., Lyndon Johnson declara en 1965 que, Cinco dólares invertidos contra el crecimiento de la población son más eficaces que cien dólares invertidos en el crecimiento económico. Si su asesor hubiese sido el doctor Mengele, no podría haber dicho más claramente cuál es su escala de valores, y el espacio que el principal líder mundial estima que tiene el ser humano.

El bastón del control poblacional, lo tomó decididamente la burocracia de naciones unidas aceitadas con la cooperación financiera de diversos millonarios eugenésicos. Las conferencias mundiales de población de NU de 1954 en Roma, 1965 en Belgrado, y 1974 en Bucarest; versan sobre lo mismo: las naciones fuera de la órbita del primer mundo, deben detener su proliferación. Los argumentos y expresión de fines son alambicados, confusos y subrepticios, pero apuntan estrictamente a ello. Todos los documentos emanados de estas conferencias tienen un decir vagaroso, del que debe desentrañarse su sentido y alcance.

En la conferencia sobre derechos humanos de 1967 se “consagran” los derechos sexuales y reproductivos, que en buen romance es la presión puesta sobre los gobiernos para legalizar el aborto.

En 1972 John Rockefeller, que ha sido como el doctor Mengele del abortismo, declara que el aborto no debe considerarse como sustituto a la planificación familiar, sino un elemento más en esa planificación familiar. En otras palabras, si no resulta la contracepción vía píldora anticonceptiva, vamos pues con el aborto.

Finalmente, en 1973 se legaliza el aborto en EE. UU. y se expande esta ideología por el mundo Occidental. La órbita soviética, había asumido el aborto, como una prestación más de salud. Habiendo el comunismo asesinado más de cien millones de seres humanos vivos, el asesinar otros más en el vientre materno, no resultaba un problema relevante.

EL SALTO DESDE EL CONTROL DE LA NATALIDAD HACIA EL FEMINISMO Y LA IDEOLOGIA DE GÉNERO

Todos los esfuerzos eugenésicos de limitar el número de seres humanos vivos en el planeta, a través de la planificación familiar y la promoción del aborto, han resultado estadísticamente inútiles. Varias son las razones para ello. Pero en concreto, esta ideología racista, eugenésica, alimentada con dinero que cae como un maná interminable, no ha rendido frutos esperados por sus “benefactores”. Los informes indican que la población mundial creció como nunca, no obstante, el torrente de dinero invertido por “filántropos” para exterminar seres humanos o inhibir la fertilidad de las mujeres.

¿Cuál es entonces la “solución” para reducir la población mundial? En base a prueba y error, se pasa entonces a una segunda fase: hay que desexualizar a la población. Androgenizarlos y para ello, además de reivindicar y promover la homosexualidad femenina y masculina, se debe hacer popular y aceptable, la dialéctica de Federico Engels expresada en su aburrido libro, El Origen de la Familia, La Propiedad Privada y El Estado: hombres versus mujeres. Esa es el enfrentamiento que debiese “rendir frutos” perseguidos, por la vía de la esterilización sicológica de la mujer.

En uno de tantos documentos de su página web, NU[1] dice algo bastante estúpido. Quizá confiados en la presumida falta de inteligencia de las masas, ingenieros sociales eugenésicos, redactan galimatías carentes de sentido lógico y correlato empírico. Dice ese documento: Imagine un planeta donde a los 8.000 millones de personas que lo habitamos nos aguarde un futuro prometedor y lleno de oportunidades. Ahora, abra los ojos y observe la realidad: 4.000 millones de mujeres y niñas —la mitad de la humanidad— sufren discriminación exclusivamente por motivos de género.

“Abra los ojos y observe la realidad…” ¿Qué se habrán imaginado estos burócratas cretinos? ¿Qué somos imbéciles? ¿Cuál es el asidero empírico para hablar de 4 mil millones de víctimas? ¿y de donde se colige la ilación lógica con el tema del control de la población? Estos burócratas no respetan ni mínimamente la inteligencia de los lectores. La cuestión es colgar slogan tras slogan para lavar cerebros de cualquier atisbo de inteligencia.

Pero para lo que sirve esta frase ilógica es para desentrañar el sentido de la ideología de género porque, a confesión de parte, relevo de prueba. Se asienta por escrito que el relato majadero y bobo de la ideología del feminismo y género, no pretende según se declara, la justicia social femenina, sino lo real, lo fáctico, es la obsesión eugenésica de estos millonarios genocidas: neutralizar la maternidad. Privar a las mujeres del mundo del don de procrear. No es suficiente con aplanar la curva de crecimiento poblacional. Hay que reducir drásticamente la población como dijo Bill Gates en una conferencia. Y como en su estúpida vanidad y narcisismo expresó lo que pensaba, sembró la red de desmentidos y acusaciones a los difusores, a pesar de que sus palabras están grabadas y bien grabadas.

Entonces, se derraman millones, millones y millones de dólares, para adocenar e idiotizar a las masas, asaz de reventar a la familia con la ideología feminista y de género. Simone de Bouvoir, Kate Milled, Monique Wittig y decenas y decenas de falsas mentes brillantes, personas humanamente rotas, autoras de apotegmas que no son más que galimatías estúpidas, elevadas al rango de grandes ideas, por el martilleo cerebral asfixiante de los medios de concientización de los emperadores del dinero. Ninguna tesis ni frase, ni palabra es capaz de pasar el examen mínimo de racionalidad a pesar de difundirse en las universidades supuestamente más prestigiadas del mundo. Para evitar la “prueba ácida” de la racionalidad, se suprime y proscribe el debate y se cancelan a sus detractores. Cogidos de la cola de estas seudo mentes brillantes, van los irenistas “moderados” que quieren ser respetuosos con el movimiento de “liberación femenina”, pero más tibios. Entonces corren ríos de tinta para justificar las cuotas de género, la incorporación plena de la mujer al “mercado” del trabajo y otras ideas, que son el lubricante de esta máquina infernal de asesinato del alma de occidente.

Artillería, caballería, infantería, tareas de zapa: todo vale en esta batalla campal contra la femineidad de la mujer. La “liberan” del hogar. La “liberan” de su maternidad. La “liberan” de ser portadora de la tradición. En resumen “la liberan” de su condición de mujer.

Nada tiene lógica. Nada tiene sentido, no digamos solamente trascendente: ni siquiera inmanente. El resultado de la “liberación femenina” es la precarización económica y existencial; no solo de la mujer, sino fundamentalmente de los hijos, y desde luego de los hombres, que se les priva de su ancla existencial que es la familia.

Creo sinceramente – no lo digo con exageración - que hay menos crueldad en la decisión de Harry Truman de bombardear Tokio, Hiroshima y Nagasaki y en la de Churchill de bombardear Dresde – que merecen su condena -, que en este despiadado asesinato del alma de las masas de occidente organizado, planificado y ejecutado por ultra millonarios inhumanos, a quienes habrá que hacerles pagar algún día, todas estas culpas derivadas de este genocidio adornado con palabras falsas. Castigarlos, no con dinero que a ellos les sobra, sino con un nuevo juicio de Nuremberg. No se trata de venganza; se trata de justicia.

¿DONDE ESTÁ LA ESPERANZA?

Está en no creerse dioses, como lo hacen tanto los buenos como los malos, en nuestra modernidad. Está en levantar la cabeza. Mirar hacia lo alto, observar el cielo estrellado y reconocer que, en ese orden perfecto y admirable, somos una diminuta pieza que, quizá por un Divino error, nos hizo el creador a su imagen y semejanza, pero sin su bondad.  La esperanza está en buscar esa perfección. ¿Cómo? Pues combatiendo activamente este error y maldad, sin medias tintas ni claudicaciones; observando ese orden y buscando replicarlo en nuestra vida, en nuestra familia, en nuestra patria, en nuestra civilización. Observar con cordialidad lo que hicieron nuestros antepasados para que nosotros disfrutásemos de un mundo mejor. Ponderarlo, valorarlo y replicarlo hacia los que vendrán.

Los hijos de Caín, siempre se han mezclado entre nosotros. Se llaman jacobinos, comunistas, anarquistas, feministas, LGTB etc. Ellos gritan desde los orígenes de la humanidad ¡alguien es el culpable de mis desgracias y de mi enanismo!, ¡con la quijada de un burro me consolaré en la desgracia del prójimo, en la venganza y en la muerte!

Somos muchos más los hijos de Abel. El problema es que nos hemos extasiado en las obras humanas en exclusiva, y miramos demasiado el suelo y el ombligo, y en ello hemos perdido el rumbo. Abierta la brecha, acechan los Caines para su labor de destrucción. El remedio está en levantar la vista y recuperar el orden de la verdad, la justicia y la belleza. Y hacerlo con coraje.

Agosto 2023



[1] https://www.unfpa.org/es/press/declaraci%C3%B3n-sobre-el-d%C3%ADa-mundial-de-la-poblaci%C3%B3n-2023

lunes, 21 de agosto de 2023

DIÁLOGO, DISCUSIÓN Y POLÉMICA EN POLITICA; ¿PÚBLICA O SOTTOVOCE?

 


El Irenismo fue una doctrina que nació en el seno de la iglesia de los primeros padres, que buscaba, en base al diálogo y la concordia, superar las diferencias doctrinarias. La filosofía absorbió dicho concepto, y según la enciclopedia Herder, en el contexto filosófico el irenismo es la tesis que sostiene que la paz, es el estado normal de la sociedad, y que, por tanto, las guerras son fruto, bien de desórdenes irracionales, bien de la malignidad de los políticos.

El pensamiento racional se forma desde las emociones. Montados en nuestros deseos, motivados por afecciones o desafecciones, ordenamos racionalmente la realidad para formarnos un juicio de ella. Resumen: Pensamos y enjuiciamos lo que “queremos” pensar o enjuiciar. Quizá escandalice este aserto a quien funge de racionalista a todo evento. Debería para convencerlo desarrollar la idea, lo que no es posible en estas breves reflexiones. Pero para efectos de este discurso, sírvase el lector aceptar en principio esta proposición.

Si fuésemos habitantes de las cavernas y lo normal fuese la hambruna y la escasez de mujeres con quienes perpetuar la especie, obviamente la tesis filosófica transcrita por el diccionario Herder, sería una completa falsedad: el estado normal sería la guerra. Ahora bien, en el mundo moderno, la cuestión es más discutible. En cualquier caso, aquello que el estado normal de la sociedad sea la paz, a la luz del análisis histórico, es harto discutible.

Pero como señalé, nos formamos un juicio según lo que queremos, y de ahí que sea tan usual entre analistas y personas comunes, confundir lo que el mundo es, con lo que el mundo debe ser, conforme a nuestro parecer. Porque cuando concebimos un deber ser de las cosas, inmediatamente queremos que las cosas sean así. Queremos que la paz sea el estado normal de la sociedad y pasamos, por debilidad, por pereza o por cobardía, a creer que eso es así. ¿Por qué? Porque en general quienes, gracias a Dios, tenemos un bienestar satisfactorio, familia y armonía en nuestro entorno, vivimos infinitamente mejor que los hombres de las cavernas, y queremos conservar esa condición.

Pero alguien que ostenta cargos de representación popular y responsabilidades republicanas debe manejar capacidades de abstracción y análisis que estén por sobre su apreciación personal. Un diputado, un senador, un consejero constitucional, un ministro o presidente de la república, debe distinguir lo que quiere que sea la realidad, con lo que la realidad efectivamente es. Y en esto, estimado lector, los que hacen la pega en Chile, son los representantes de la izquierda revolucionaria. El centro izquierda y la derecha no hacen esta diferencia. Confunden cotidianamente la realidad, con lo que ellos quisieran que fuese la realidad. Ven paz y buenas intenciones en sus contendores políticos, en circunstancias que esa es una realidad ilusoria y es el reflejo de sus deseos. A diferencia de ellos, el revolucionario de izquierda, quiere transformar la sociedad, sea como el Partido Comunista porque la odia, o sea como otros revolucionarios más light, porque están imbuidos de un optimismo normalmente utópico y creen que pueden hacerlo. Entonces deben estudiar, y trabajar para hacer su tarea de zapa y destrucción eficientemente conforme a sus doctrinas. Siempre la izquierda revolucionaria está más despierta a la realidad que la derecha.

Y como la izquierda sabe de esta crónica falencia de la derecha y el centro político, le llaman a dialogar, usan la apostura, la simulación, la mentira, el engaño, la amenaza implícita o explícita y casi siempre ganan. La derecha estimado lector, es fatalmente irenista[1]. Y lo es porque sus representantes, en general y en promedio son perezosos, cobardes o fatalmente optimistas[2].

El presidente Boric llama a la oposición a dialogar para sacar a flote su gobierno que se está hundiendo en la ineficacia y en la inanidad. Se hunde no por culpa de la oposición sino porque él, con su incontinencia verbal expresa ideas contradictorias, proyectos irrealizables y objetivos que con los medios que propone son imposibles. Dialoguemos y seamos amigos. Alegres y sonrientes salen los políticos haciendo mención que fue un diálogo franco y respetuoso.

Del mismo modo, el oficialismo en la convención constituyente, donde son la inmensa minoría llama a dialogar a la derecha. Pero la inmensa mayoría de derecha, que no necesita conciliar, sino solo votar en el hemiciclo para que el texto de la constitución que sus electores quieren, sea el que los chilenos podrían aprobar en el plebiscito de diciembre, no lo hace. Con su utopía irenista a cuestas, la derecha, acepta contenta y feliz esta invitación. El jefe de la bancada republicana Luis Silva, que según declaró a la prensa, estimaba que la constitución que actualmente nos rige es mejor que la propuesta, declara que está dispuesto a ceder y conceder ante los dialogantes a pesar de tener mayoría. ¿Se entiende?

Ambas partes dialogantes optan por desarrollar este diálogo sottovoce; es decir, en sordina, en la completa opacidad, callampin bombin, a espaldas del pueblo elector. No en el debate público del hemiciclo como ordena la norma que los eligió. ¡No! ¡Como se te ocurre! Podrían pensar que somos intransigentes y que queremos pasar la aplanadora. Somos demócratas dialogantes. Además se aduce que dialogar pa´callao, es una mejor forma de limar asperezas. Hoy por mí, mañana por ti, pareciera ser el lema.

La palabra elegida: diálogo, está mal empleada. Esconde una maña, y pretende dar a entender que existe una cordialidad y comunidad de fines. La política, es la continuación de la guerra por otros medios. Es el enfrentamiento de voluntades conciliables, a diferencia de la guerra que son inconciliables. La conciliación debiese ser el fruto de la comprensión de las mejores razones, siempre y cuando existe comunión con los fines y estos fines apunten al bien común general. ¿Qué pasa cuando no es así? ¿Qué pasa cuando una de las partes quiere cambiar los pilares fundamentales de la sociedad? ¿Qué pasa cuando una de las partes no respeta la propiedad privada? ¿Cuándo una de las partes no respeta el derecho excluyente de los padres a educar a sus hijos? ¿Cuándo una de las partes no respeta la vida en el vientre materno? ¿Cuándo una de las partes no respeta el principio de igualdad ante la ley, proponiendo privilegios por sexo o por raza? ¿Es posible un diálogo?

Lo que sí es posible, y más que posible, obligatorio y vinculante para los constituyentes, es que, en el hemiciclo, de cara ante los ciudadanos, exista, no un diálogo, que aquello es para los amigos y los miembros de camarillas; digo, exista una discusión para mostrar y fundamentar sus razones en función de los principios declarados ante quienes los eligieron. Y ante la contradicción de fines encontrados, como por ejemplo el derecho a la vida del que está por nacer, versus los partidarios de legalizar el aborto, exista la polémica, la batalla de las ideas. Eso es la política. No acuerdos sottovoce entre chirigotas y sonrisas, hoy por mí mañana por ti.

Estimados señores políticos electos: Aparte de la injusticia en los beneficios pecuniarios que ustedes mismos se han fijado, ¿por qué razón creen ustedes que el 98% de la población no los estiman confiables?

Justamente por esto: porque los políticos desde la centro izquierda hasta la derecha son en general irenistas, aman la paz, utópicamente la asumen como una realidad, y deliberadamente no enfrentan a los revolucionarios. Aman la paz, no como una condición del bien común, sino por pereza, ignorancia, cobardía o corruptela. La paz es un valor, pero no es una realidad gratuita y por defecto, menos cuando el contendor te ha declarado explícitamente la destrucción de tus valores más caros. La política es resistir y acometer. La política es solo para valientes. Si se condujesen de tal forma les aseguro que la aprobación de la ciudadanía subiría del 2% actual.

Agosto 2023

 

 

 



[1] Tesis sostenida por Plinio Correa de Oliveira en su ensayo, “Diálogo: Trasbordo ideológico Inadvertido”.

[2] Roger Scruton tiene un libro intitulado “Las Bondades del Pesimismo” donde relata precisamente este fenómeno.

DERECHOS HUMANOS, JUSTICIA SOCIAL, ESTADO DE BIENESTAR Y OTRAS TRAMPAS

El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones. Así reza el adagio que resulta muy atingente a la hora de enjuiciar las ideas fuerza que pretenden sostener la legitimidad de los regímenes políticos progresistas contemporáneos. Sobre todo, en épocas en que se discute una buena y nueva constitución, que apunta a transformar a Chile, en un Estado Social de Derechos.

Ese pavimento que nos conduce al averno, son clichés que repiten como mantras los políticos ávidos de acrecentar y conservar sus prerrogativas, la decadente academia que gobierna las universidades, y los medios de comunicación y adoctrinamiento de masas (canales de TV, diarios y agencias de prensa). Palabras, frases y combinaciones de palabras, que apuntan a la emocionalidad y que resultan intangibles, es decir, no se pueden discutir so pena de cancelación intelectual. Y no se pueden discutir porque no son capaces de superar el análisis racional de las mismas. ¿Ejemplos?:

1.      Derechos humanos. Concepto impreciso, jabonoso y en definitiva carente de cualquier sentido preciso. Pero repetido urbi et orbi, como factor de legitimidad de todas las acciones del poder institucional o informal, sean estas incluso las fechorías más abyectas, como lo es el derecho humano a la salud reproductiva de la mujer, que, en buen romance, es la potestad de asesinar a una criatura indefensa en el vientre materno. La primera objeción que nos debe llevar a la desconfianza respecto este concepto, es que no hay derechos no humanos. No los hay porque para existir un derecho debe existir un titular que pueda invocarlo. Como las demás criaturas de la creación, carecen de capacidad para invocar sus derechos, esa sola inconsistencia nos debería hacer dudar de la seriedad del concepto. En segundo lugar, la existencia de un derecho y su definición, supone la existencia de tres entes: un sujeto activo que es el beneficiario de ese derecho, un sujeto pasivo que es el que debe someterse a ese derecho y hacer, no hacer o tolerar ese derecho; y por último un órgano que tenga la potestad de imponer al sujeto pasivo la sujeción a tal obligación, correlativa al derecho. Todos los textos fundantes de los derechos humanos, soslayan el tema y no definen quienes son los sujetos pasivos de los mismos. Volviendo al derecho humano de la salud reproductiva, se llega al absurdo que el sujeto pasivo, sería el ser humano asesinado en el vientre de su madre. Esta indefinición es la causa por la cual este concepto tiene por único fin práctico, emplearse como ariete contra los enemigos políticos, a quienes la repetición constante y consistente los sindicará como sujetos pasivos en exclusiva, generalmente transgresores. Estados Unidos y la Unión Soviética en el siglo XX, condenaban a medio mundo por violaciones a los derechos humanos, cuando sus respectivos aparatos militares y de inteligencia, organizaban guerras, asesinaban y aniquilaban seres humanos urbi et orbi. Alemania Federal, en la misma época que acusaba al régimen militar chileno de violaciones a los derechos humanos, sus agentes de estado asesinaban a mansalva a encarcelados de la Baden Mainhoff, lo mismo que hacía Francia en el país vasco francés con los terroristas de la Etará y Estados Unidos después con musulmanes en Guantánamo. En la subversión de octubre de 2019 en Chile, los funcionarios del Instituto de Derechos Humanos, acosados por vecinos que observaban una turba destruyendo y maltratando a personas, les enrostraban su inacción para denunciar esas violaciones, y ellos les contestaron que “solo pueden violar los derechos humanos, los agentes del Estado”. Obvio que es una estupidez e ignorancia lo que dijeron, pero – a veces los tontos, los borrachos y los niños dicen la verdad- y la realidad es que los derechos humanos solo los violan mis enemigos políticos…

 

2.      La justicia social. La justicia es una virtud cardinal que consiste en dar a cada cual lo suyo. Requiere el concepto de justicia de una voluntad libre que resuelva obrar justa o injustamente. No comete injusticia un perro o un impúber. Ambos carecen de voluntad libre. ¿Puede acaso existir una voluntad social? Jamás. Un colectivo carece de voluntad. La voluntad es siempre individual. De modo que la justicia social es un contrasentido en sí mismo. Sin embargo, se usa como un talismán para imponer voluntades políticas de control sobre un colectivo. En ocasiones, esas voluntades políticas son ingenuamente virtuosas, pero puede también, y sucede a menudo, ser usado por políticos corruptos para provocar la sumisión de voluntades con fines espurios. Lo usa el partido comunista para avanzar hacia su explicitada dictadura del proletariado donde no hay justicia ni social ni individual. El concepto lo usan como chapa moralista, políticos, sacerdotes, obispos, académicos y los omnipresentes medios de comunicación; con un flagrante desprecio por la verdad.

 

3.      El Estado de Bienestar.  El Estado es una estructura jurídica racional y formal. Cuando está regido y sometido al derecho -Estado de Derecho-, existe para asegurar, que el poder público y privado se ejerza por parte de quienes lo detentan, de una manera tal, que no lesione los intereses y derechos de quienes deben someterse a aquellos poderes, procurando que exista y se respete, un marco de conductas obligatorias, permitidas y prohibidas.

La política es el arte de hacer posible la vida en común de individuos libres, inhibiendo o controlando la expansión del poder arbitrario de unos sobre otros.  El ejercicio del poder político supone la destreza y las condiciones para que, la voluntad del gobernante sea acatada por los gobernados.

El poder es tanto en el ámbito público como en el privado, la capacidad que tienen algunas voluntades de hombres y mujeres adultos, de imponerse sobre otras voluntades de hombres y mujeres adultos. Cuando se trata de la voluntad de hombres y mujeres adultos sobre menores de edad existiendo vínculos legales (paternidad, maternidad o tutela legal), se denomina potestad.

En tal circunstancia, el vocablo Estado de Bienestar, es problemático porque en si mismo no dice nada. Las inferencias para dilucidar su significado son de carácter emocional y el poder de interpretar su sentido lo tienen quienes detentan el poder. No quiere decir racionalmente nada, por cuanto está compuesto de dos sustantivos, uno concreto y el otro abstracto.

Ya hemos señalado que es el Estado. Bienestar es, en tanto, el conjunto de cosas para vivir bien, dice el diccionario. Desde el punto de vista de la ciencia médica, es el estado de una persona en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica. Como se ve, también es en sí un concepto vagaroso, porque el sentirse bien para fulano puede no serlo para zutano. Bienestar es una sensación y como tal, esencialmente subjetivo.

Para quienes creemos en la intrínseca libertad humana, la prerrogativa de definir el bienestar personal es de cada uno. La definición de autoridad de un concepto subjetivo coarta la libertad personal y es contrario a mis principios y creencias. Dicho eso, hay que decir que la vida en comunidad impone a cada uno la obligación de inhibir todas aquellas conductas que lesionen a terceros. En otras palabras y como prescribe nuestra denostada Constitución Política, respetar el Bien Común General. ¿Y cuál es ese bien común? Es el conjunto de condiciones que le permiten a todos y cada uno de los miembros de la sociedad alcanzar su propia realización personal.

¿Cuál es el anzuelo que lanzan al mar electoral, los demagogos? Prometer el Estado de Bienestar. Esto es, que la autoridad política proveerá los bienes, especialmente físicos, que demanda el hombre masa. Aquel conjunto de cosas que nos harán felices.

¿Es eso posible? ¿sabe el Estado cuales son las cosas que yo necesito para mi felicidad? ¿es eso digno aquello para el hombre libre? Sometiéndonos al rigor de la verdad y de la naturaleza humana y de las cosas, la respuesta a estas tres preguntas debe ser negativa.

El Estado de Bienestar, es un seudo concepto, que induce al hombre masa a formarse un juicio falso. Un espejismo estimulado por quienes quieren ganar la voluntad de aquel hombre masa, a través del engaño.

Por eso estimado lector, no crea en “cantos de sirena” de los políticos. Chile no necesita una nueva y buena constitución llena de clichés y conceptos vagos que solo servirán para que los políticos obtenga más poder del que ya indebidamente ostentas sobre nuestras vidas. Vote ENCONTRA en diciembre. Quitémosle la casa de muñecas a los políticos. Que no controlen nuestras vidas, más aun de lo que ya indebidamente las controlan.

Agosto 2023

 

 

sábado, 19 de agosto de 2023

LA CLEPTOCRACIA DE LOS ACUERDOS


Dentro del imaginario histórico republicano, se denominó La Democracia de los Acuerdos aquel período que media entre el fin del gobierno militar y el inicio del período presidencial de Patricio Aylwin. Desplomado el comunismo en el mundo, el gobierno militar creyó conveniente flexibilizar algunas disposiciones que impedían el acceso de los comunistas al juego democrático, a cambio de que los ex promotores de la reforma agraria, de la economía centralmente planificada, del sistema arancelario de aislamiento del comercio internacional y de la transformación de Chile en una sociedad socialista, aceptasen el sistema republicano dotado de barreras a la incontinencia legislativa, y del sistema económico de mercado abierto al mundo, con un respeto irrestricto a la propiedad privada. El pueblo soberano aceptó aquel acuerdo. Se materializó, a través de la primera modificación de la constitución de 1980, aprobada por plebiscito celebrado el 30 de julio de 1989, por el 92% de los votos, habiendo participado el 94% del padrón electoral.

Ambas partes debieron tragarse un jarabe con tachuelas. La Concertación de Partidos por la Democracia liderada por Aylwin renunció al socialismo, y significó la transformación de Chile en la nación económicamente líder en América Latina. El gobierno militar, debió abrir las compuertas a los totalitarios al derogarse el artículo 8 de la primitiva constitución, y significó que los comunistas iniciaron lentamente una tarea de zapa, que les ha venido a redituar desde 2016 en adelante, en que han dispuesto lo necesario para fracturar cultural, económica y jurídicamente a la República.

La derecha carente de liderazgos e ideario, permitió que ascendieran a través de las plataformas de sus partidos Renovación Nacional e Unión Demócrata Independiente, personajes que hoy hacen revolcarse en sus tumbas a sus fundadores. De talante moral conocidamente deficiente, el multimillonario Sebastián Piñera, a punta de codazos y zancadillas a sus camaradas, trepó insistentemente por el palo encebado hasta instalarse como candidato triunfante para el bicentenario de la república. Ni su sórdido pasado como ejecutivo bancario, ni sus últimos actos como senador, que le significaron una multa de la CMF por uso de información privilegiada, que él pagó reconociendo su peculado, no les pareció objetable a las cúpulas partidarias para que siguiese adelante su carrera a la primera magistratura. Su total y completa falta de escrúpulos, incultura, e interés por defender principios morales y jurídicos, que hicieron posible la recuperación de Chile luego de la desastrosa década de los 70 del siglo pasado, hicieron posible que la izquierda revolucionaria hiciera lenta pero eficazmente su tarea de demolición. Los segundos períodos de Bachelet y del mismo Piñera, sellaron la demolición. Las barreras morales para la instalación de la cleptocracia, se habían desplomado.

Surgió la desafortunada generación milenial, que ganó primero el poder parlamentario por walkover de la izquierda democrática, y después la presidencia gracias a la tibieza y falta de claridad de la derecha. El gobierno del egresado de derecho Boric, de la mano experta de los comunistas, puso en marcha el proceso revolucionario iniciado desde 2019. Para peor desgracia de los chilenos, adherido este proceso a un proceso revolucionario oligárquico globalista. No encontraron nada mejor esta patota juvenil, que, copiando a sus camaradas sudamericanos Lula y Kirchner, montar o mecanismo de defraudación del dinero público, sin ponerse colorados. Su desprecio por el derecho de propiedad, no alcanza a tanto, y se permiten hacerse dueños de los recursos de todos los chilenos ad maiora gloriam de la revolución. Señoras y señores académicos tomen nota: se da inicio al primer gobierno cleptocrático[1] chileno de nuestra historia.

Pero la patota juvenil y sus ponderados maestros comunistas, no están solos. La millonaria y también beneficiaria de la cleptocracia de este gobierno, Verónica Michelle Bachelet Jeria, está con ellos. A su jubilación como burócrata de las Naciones Unidas, sus 13 millones de pesos mensuales que el bolsillo de los chilenos pone a su disposición por su calidad de expresidente, se suma los ciento y tantos (uno ya se pierde con tanto latrocinio) millones de pesos transferidos a su fundación contratada por el Gore de Concepción, para enseñar a tejer a palillo, urdir cestos de mimbres o no se que imbecilidad por el estilo, para “beneficiar a los pobres”. Poniendo su carita de mami dolorida, aboga ante los micrófonos para que la derecha desalmada permita que les roben a los chilenos sus ahorros previsionales para subirle cincuenta lucas a los jubilados.

Pero la frutilla de la torta la ha puesto Miguel Juan Sebastián. Pasado el susto de Sebas que lo encarcelaran gracias a nombramientos en las altas esferas, ha restañado viejas heridas verbales que le propinara el egresado de derecho, y, aceptando su generosa invitación a viajar a costa de todos los chilenos, con su sonrisa franca y honesta, se ha manifestado disponible a dialogar con Gabrielito, para sacar adelante su agenda de destrucción de la economía, la familia y la dignidad de los chilenos. Sí el estimado lector había imaginado que la derecha chilena había topado fondo, los hechos develan que su hundimiento es unlimited.

Señoras y señores, se inicia un nuevo período en la historia política de la república: La Cleptocracia de los acuerdos.

Para bien o para mal el 92% aprobó la Democracia de los Acuerdos en 1989. Estimado Lector: en diciembre tenemos la oportunidad de someter a plebiscito si sigue adelante la Cleptocracia de los Acuerdos. Yo por lo menos no quiero, y por eso votaré ENCONTRA de la nueva constitución que es la Casa de Muñecas de los partidos políticos partícipes de la demolición de la república. En Diciembre ENCONTRA

Agosto 2023



[1] Cleptocracia, es el gobierno de los ladrones