viernes, 23 de octubre de 2020

PERSPECTIVAS Y SUPERIORIDAD MORAL

Dios es la perspectiva y la jerarquía: el pecado de Satán fue un error de perspectiva[1]. Su perspectiva es omnipresente y por consecuencia total. La nuestra limitada y local.

El 2020 es de esos años que las sociedades humanas entran en ebullición all over the world. Chile es parte de esa ebullición y por tanto nos cuenta procesar la perplejidad, tomar distancia y mirar serenamente los fenómenos que acontecen, sus causas mediatas e inmediatas, y las posibles consecuencias. Para mejor conocer y entender lo que nos embarga, con serena sabiduría debemos tomar distancia, no obstante que el fruto de nuestro esfuerzo será siempre limitado. Limitado por la perspectiva. Seremos capaces de mirar un solo lado de la naranja que Dios observa con su visión de trescientos sesenta grados y tridimensional.

Modestia intelectual aparte, he venido previendo hace casi 10 años que en occidente veníamos en un tren bala sin hacer caso a las luces rojas encendidas en la vía. La sensación de viajar con rumbo de colisión era para mí tan vívida y angustiante, que ahora, cuando las crisis sociales se han desencadenado y se desencadenarán en el corto plazo con más fuerza, siento un cierto alivio que su dimensión no sea peor. Es como cuando en el colegio te enfrentabas a una prueba de matemáticas esperando un 1 y te sacabas un 3,7. Al menos puedes sacar la cabeza fuera del agua después del naufragio.

El estruendo de la catarata de acontecimientos políticos indeseables es para alterar a los más templados: Masas irresponsables de sus actos que destruyen con total impunidad obras físicas y espirituales que son el fruto del esfuerzo de generaciones de chilenos; políticos cobardes, asustados de la praxis de esos “horcos”, en vez de honrar sus obligaciones, enfrentando la barbarie y sometiéndola al respeto del bien común, se pliegan a ella tratando de hacerse “amables”; dirigentes narcisistas delirantes que propician y aspiran a liderar el caos (como si el caos necesitase liderazgos); jueces de toda jerarquía en una danza narcisista autodestructiva, prevarican impúdicamente, buscando “hacer justicia” por vía directa y sin ley (como si para ello necesitásemos jueces); legisladores juramentados de respetar las reglas que hicieron posible que se sentaran en su curules, violando explícitamente esas reglas como niños traumados, que rayan las paredes para llamar la atención de sus progenitores.

Si tomamos distancia del estruendo, y sintonizamos la lente corrigiendo la dioptría, empezamos a ver algo más claro: personas vulgares y aburridas, habitando una megalópolis sin valores estéticos ni éticos que toquen su espíritu, y que les motiven al ejercicio de su libertad con respeto por la libertad de sus próximos. Dirigentes políticos que van desde oscuros mafiosos que pretenden explotar el trabajo y esfuerzo de todos en beneficio de sí mismo o de su clientela, a bobos que se ubicaron por ser besamanos o por la ausencia de mejores talentos, pasando por iluminados narcisistas; Resumen: liderazgo político de mala calidad por cooptación por ambición y egoísmo de los mismos y desinterés, egoísmo o cobardía de los talentosos, de los justos y de los buenos. Jueces burócratas trepadores en base los vicios propios de la burocracia; besamanos, lamebotas, mediocres, ignorantes del derecho. Ideales sociales disueltos en superficialidad, materialismo, consumismo bobo, publicidad comercial idiotizante. Prestigio social desorientado hacia profesiones que vindican el egoísmo y no el altruismo; profesores de aula mal pagados, humillados, mal formados y desinteresados en transmitir valores de una sociedad en la que no creen; sacerdotes corruptos, pederastas, homosexuales practicantes, mujeriegos adulterinos, narcisistas, apóstatas, cultores de la simonía. No he faltado a la verdad en este párrafo. Pero asumo que es mi perspectiva. Puede que otras perspectivas iluminen esta realidad desde otro ángulo.

Pero sucede que nos enfrentamos a hierofantes de la verdad rebelada por unos filosofillos franceses y alemanes del siglo XX que pretenden ser superiores moralmente ya que manejan un lenguaje abstruso en academias y cátedras. Filosofillos[2] que nos “inician” en fraseología oscura, pero que, no obstante su obscuridad, pretenden iluminar todos los entresijos de la realidad. Ya no se necesitan perspectivas. Ya está todo explicado. Los que discrepan de estas revelaciones hablan por boca de traumas de oprimidos u obsesiones de opresores.  Han “descubierto” que familia, sexo, patria, justicia, caridad, ciencia, arte, cortesía, religión, comercio; no son más que meros relatos. Nos torturan con explicaciones lingüísticamente incomprensibles (y por tanto estúpidas) para justificar esos absurdos que legitimen sus estados personales nihilistas. Odio y caos legitimados en aras de estas revelaciones. Y tras estos sacerdotes de lo políticamente correcto, están los iluminados que quieren llevar a la práctica estas ideas.

Curiosamente estos revolucionarios anti establishment son generosamente financiados por empresas que son el centro del establishment, y que amasan una capacidad financiera inédita en la historia económica de la humanidad en general y del capitalismo reciente en particular. ¿Cómo?: un aporte aquí; un aporte allá de foundation. Thiks Tanks, cátedras en universidades progre, generosos avisajes de a los mass media, becas, doctorados; todos hermanados por una endogamia ideológica. Las empresas de High Tech - todas ellas in excepción – suscriben esta agenda que traerá tanta felicidad a la tierra como maximización de sus utilidades. Su filantropía se manifiesta promoviendo el transexualismo, transhumanismo, el mítico calentamiento global; y por qué no: la pandemia. Papa Francisco de por medio, han hermanado la virtud de la caridad con el pecado de la codicia para hacer este mundo un planeta de borregos felices, asexuados, vegetarianos y ecológicos.

Hay un solo impedimento para plasmar esta arcadia transexual y ecológica: La libertad humana. Un valor por el cual, al decir de nuestro inmortal Cervantes, se debe dar la vida si acaso es necesario. En efecto; los recalcitrantes cultores de este viejo valor por el cual la vida humana tiene sentido, y sin la cual no lo tiene, no somos clientes de esta sociedad sin sexos, sin familia y sin Dios. Hasta ahí llega la tolerancia a las perspectivas diversas. Este milenarismo de borregos se enfrentará con la libertad humana, no solo como un imperativo ético, sino -y es lo que hará imposible su utopía igualitaria; la libertad como realidad ontológica humana. Todas las utopías anti libertarias históricamente han caído, barridos por el viento de lo que el ser humano es, y no puede dejar de ser: libre.

¿Saben estos sabiondos del calentamiento global y de otros desvaríos, cual es el límite de sus perspectivas? En concreto; ¿saben en qué se diferencia la política y la guerra? Es una frontera tenue. Solo en los medios. La imposición sin deliberación de su perspectiva nos aleja de la política y nos aproxima a la guerra. ¿Están preparados para cambiar de medios?

Les tengo una noticia: los que valoramos por sobre cualquier cosa la libertad, si sabemos cual es esa diferencia y aceptaremos el cambio de medios cuando la intolerancia que ellos cultivan se haga efectiva. Sin paternalismos ni patrocinios de la ONU, de la CNN, de Fecebook, de Google ni de la Comisión de derechos humanos.

No es este un desafío, ni un deseo que la sangre llegue al rio. Por el contrario, es una invitación a la moderación, y a la renovación del espíritu democrático. La historia demuestra que una mayoría de impotentes vitales, que no valoran su libertad personal, que acepan la esclavitud y la desean para todos, nunca ha de imponerse a una minoría de quienes, intransablemente, somos y seremos dueños de nuestras existencias y que aspiramos que todos los chilenos lo sean.

Octubre 2020

 

 

 

 



[1] De “Meditaciones del Quijote” José Ortega y Gasset.

[2] Término utilizado por Julián Marías para referirse a mucho de lo que se ha escrito en el siglo XX

viernes, 2 de octubre de 2020

EL PECADO DE CAIN, EL SOCIALISMO, EL FEMINISMO Y LA SOCIEDAD DE MASAS

 


La palabra Biblia quiere decir en griego, Libro. Es decir, La Biblia debería traducirse como El Libro. ¿Quién la escribió? Según la doctrina, alguien por inspiración divina. Es la palabra de Dios. Hay consenso entre filólogos, teólogos y estudiosos del texto que fue escribiéndose por distintos pueblos en distintas épocas. El atribuirle la voluntad y prescripciones del Dios único del monoteísmo no es un capricho. Analizado su contenido desde cualquier perspectiva intelectual, no se puede llegar a otra conclusión, que es una criba que seleccionó y puso por escrito, los rincones más ocultos de la naturaleza humana con una sapiencia, que a menudo la sicología moderna no ha descubierto.

Caín, hijo de los primeros padres, se mortifica por no estar dotado de las virtudes que su hermano Abel posee. Su resentimiento se incrementa porque el Dios padre, reconoce y premia las virtudes de su hermano. Entonces las causas de su resentimiento son dos; el verse privado de talentos y destrezas nativas, y el que Abel sea reconocido por ellas. Para superar esa mortificación, con premeditación y alevosía, planifica y ejecuta el crimen primordial.

La sabiduría ancestral, y el moderno sicoanálisis y sicología clínica, constata que desafortunadamente el síndrome de Caín se encuentra presente en todos los hijos de mujer. La cuestión se manifiesta de la manera que todos los lectores la reconocerán por propia experiencia: en momentos de debilidad vital – que para algunos son todo el tiempo de su existencia- nos lamentamos de no estar dotados de talentos que otros tienen. Si no somos capaces de procesar con sabiduría esa realidad, aflora como un absceso espiritual el pesar por el bien ajeno, llamada envidia. Y si ese pesar no es trabajado, es decir si se le deja libre, el corolario es el odio hacia quien ostenta ese talento, y más aun, hacia quienes reconocen la diferencia de ese talento. Cuando odiamos algo, ponemos entre ello y nuestra intimidad un fiero resorte de acero que impide la fusión, siquiera transitoria, de la cosa con nuestro espíritu[1]. El odio nos priva de razón. Lo que está a nuestro rededor se hace impenetrable.

Miguel de Unamuno nos invita a analizar los modelos filosóficos desde la perspectiva de quienes los formulan. ¿Quiénes son en su intimidad personal los filósofos que dicen cosas sobre el mundo? Encontraremos ahí la clave de su pensamiento. A la vanidad humana, especialmente a la de los filósofos, le repugna la idea de Unamuno. Queremos ser los que descubrimos verdades. Pero la cruda realidad es que, en nuestros juicios estamos involucrados emocionalmente y si no trabajamos nuestras emociones estas se desbocan. ¿Quién es Carlos Marx? Un individuo impotente para ganarse la vida al que se le murieron de hambre dos o tres hijos (la historia no se pone de acuerdo). ¡Blasfemo! me espetarán. ¡Es un genio que creo un sistema de pensamiento profundísimo! En efecto, Marx es hijo de su tiempo donde la filosofía solo tenía cabida si se era capaz de crear sistemas de pensamiento. El creo el sistema de pensamiento que le da sustento ideológico a la versión contemporánea del espíritu de Caín. ¿Quién es Juan Jacobo Rousseau? Un individuo que entregó a sus hijos en orfanatos, en una época que de tres expósitos que vivían en orfanatos, dos morían. ¿Cuánto de su sistema de pensamiento no habrá nacido al constatar que personas de su entorno poseían virtudes de orden familiar y moral que para él le eran inalcanzables? Foucauld inspirador de la ideología de género se abandonó en los shit hole de San Francisco a los más abyectos excesos homosexuales. El abandonarse a pulsiones sexuales desordenadas te hacen miembro de minorías que observan con rencor a quienes administran su sexualidad de modo ordenado y logran con ello una vida satisfactoria.

Hegel primero, Marx después y ahora la ideología de género promovida desde los centros de pensamiento más prestigiados de occidente, han hecho un descubrimiento macabro: la discordia construye. Más aun, solo a través de la discordia se puede construir una sociedad más justa. ¿Habrá un disparate más alejado de la realidad del mundo? ¿Cuál es su fundamento? Pues una supuesta mecánica que gobierna la historia. ¿Cuál es la prueba de que esa afirmación es verdadera? Su sistema de pensamiento. Pero esos sistemas no resisten la más mínima validación empírica. Sin embargo sobreviven pese a los crímenes y desatinos que ya han causado en la historia reciente. ¿Por qué?

¡Alguien es culpable de mis carencias! Es el desgarrador grito de Caín que resuena como un eco en toda la historia humana. Quienes alimentan esa potente emoción, reciben prosélitos. Ese a mi juicio es el espacio que ocupan las doctrinas de la discordia.

La sociedad de masas es aquella donde las mayorías orientan sus existencias conforme a la dinámica de las masas. ¿Qué caracteriza al hombre masa? Aquel que no desea cosas por si mismo, sino que es inducido a desear cosas según una pauta construida sin su voluntad. La sociedad de mercado masivo se acomoda a la dinámica de la sociedad de masas porque vive del crecimiento masivo del consumo. Entonces los hombres masa, desean cosas que provee la sociedad de mercado sin una pauta ni derrotero personal. Y como las necesidades económicas, según propia definición de la economía liberal, son infinitas, surgen las carencias. Y cuando los carenciados de cosas visibles y que existen, no trabajan y controlan esta emoción, surge el síndrome de Caín. Entonces, las ideologías de la discordia, cosechan prosélitos.

¿Cómo vencer esta dinámica? Superar la sociedad de masas retornando a la sociedad de individuos, y resucitar las ideologías de la concordia.

Octubre de 2020



[1] José Ortega y Gasset; Meditaciones del Quijote