La piedra angular de la propuesta
de los expertos del Mamarracho 2.0, aprobada por los “expertos de
derecha”, es que Chile pase a ser jurídicamente guiado por un Estado Social
de Derechos. Es la tercera intentona de una ingeniería social que se ha
transformado en el mantra de la izquierda socialista y de los ingenieros
sociales del globalismo, respetado sumisamente por la oligarquía partitocrática
de todo signo, y por el empresariado local, como garantía de “estabilidad”
gatopardesca – para que todo cambie y todo siga igual-. Bachelet en su fallido
primer intento, le denominó Estado de Derecho Democrático y Social. La
constelación de payasos que integraron la mayoría de la finada convención
constituyente, lo bautizó como Estado Social de Derechos, lo que se
consagró en las tablas de la ley aprobadas por los 8 mosqueteros que integran
la mayor parte de los partidos políticos, autores de los Doce Bordes.
En las encuestas de opinión, los
partidos políticos que nos impulsan a este despeñadero republicano, son las
instituciones por lejos, más desprestigiadas y rechazadas por la población, y
estadísticamente representan a menos del 2% de la población, participando en su
desenvolvimiento, solo los que perciben un emolumento o sinecura del
financiamiento que le debemos todos los chilenos por ley. Pero por ánimo los
oligarcas no se quedan, e impulsan la aprobación de esta casita de muñecas
para sus intereses oligárquicos que sería la añorada buena y nueva
constitución.
¿Qué es un estado social de
derechos? Aquel que garantiza los derechos sociales. Y ¿qué son los derechos
sociales? Son supuestas garantías de prestaciones de bienes (viviendas) y
servicios (prestaciones de salud, educación especialmente universitaria) a las
que el estado estaría obligado gratuitamente a proveer a los ciudadanos.
Se requiere de un nivel de estupidez
extremo, para creer que eso va a ser así, pero lo afirman sesudamente y con
cara de entender mucho, miembros de la oligarquía partidaria, burócratas de las
naciones unidas y empresarios que generosamente se muestran disponibles para
tan laudable objetivo de cuidar, proteger y sostener a los desarraigados del
mundo.
Como cualquier persona
inteligente es capaz de precisar, los derechos, son estructuras lógicas
compuestas de un sujeto activo que es el beneficiario del derecho, un sujeto
pasivo que es el obligado al mandato, prescripción o prohibición que importa el
derecho, y un órgano coercitivo o mediador, que es el que se asegura que el
sujeto pasivo materialice la prestación al sujeto activo. Lo que digo es
inconcuso, solemne, indiscutible. Es una verdad completa.
La cuestión es pues ¿Quién es el
sujeto pasivo de los llamados derechos sociales? Y los promotores de tan
inmensa generosidad saltan para contestar: ¡El Estado! Y aquello es, como todos
saben, una mentira, embuste, patraña, falsedad, invento, engaño, fraude, farsa,
impostura, cuento chino, etc. El Estado es solo el mediador. ¿Y cómo media? Estableciendo
y cobrando impuestos. ¿A quiénes? A los ricos repiten a coro, socialistas,
demagogos de derecha e incluso ¡empresarios! Pero aquello también es un miserable
cuento chino. Porque todo individuo inteligente sabe, que lo pagan todos los
ciudadanos, y los padecen los más débiles y pobres de la comunidad nacional. Y
los débiles los pagan doblemente, por el pago de los impuestos y por el
empobrecimiento general que, irremediablemente causa el socialismo, y que les
impide abandonar su condición desfavorecida. El sujeto pasivo de los derechos
sociales son los más pobres de la sociedad.
¿A quienes beneficia el estado
social de derechos? Es cuestión de observar en el vecindario: Venezuela,
Argentina, Ecuador etc. Respuesta: A sus gestores, los políticos que ostentan
sinecuras y sueldos muy por sobre sus méritos, oligarcas que gobiernan en
Latinoamérica toda, y… a quienes controlan a esos oligarcas. Burocracia de
naciones unidas abocadas al cumplimiento de sus mandatos impuestos por la mega
oligarquía mundial.
No, no, no; me dirá el lector.
Tiene que estar usted equivocado. Como es posible que todos los políticos, casi
sin excepción, acepten y promuevan tamaña iniquidad.
Es increíblemente sencillo de
explicar. ¿Es la democracia el gobierno del pueblo consciente y soberano, para
el pueblo consciente y soberano, y por el pueblo consciente y soberano? No. No
lo es. ¿Qué es entonces? Es el gobierno de los representantes del pueblo, en
Latinoamérica escasamente consciente y soberano. ¿Cómo puede funcionar entonces
la democracia en latinoamericana? Haciéndole una guerra frontal, institucional
y comunicacional, a la demagogia.
¿Qué es la demagogia? Es
etimológicamente, el arte de conducir al pueblo ganando su favor. Si hubiese un
solo demagogo en el mundo, aquello no sería problema. El problema es que los
demagogos se disputan el cargo de representantes del pueblo para disfrutar las prerrogativas
del poder y seducen a los electores para quitárselos al demagogo de enfrente.
¿Cómo lo hacen? Prometen cuestiones imposibles de cumplir, como los derechos
sociales, y cada vez sus ofertas van en incremento para ganarle la voluntad del
pueblo a quienes ya tienen la voluntad del pueblo, generando un circulo vicioso
de victimismo, clientelismo y dependencia.
Por ejemplo ¿Es la constitución
que hoy nos rige, causa de alguna de las insuficiencias de la sociedad? No. No
lo es. Una nueva constitución ¿Será la solución a los problemas que tiene el
país? No. No lo será ¿Por qué razón vamos ya en el tercer intento de nueva
constitución de las oligarquías de los partidos políticos? Porque lo que
quieren esas oligarquías es eliminar las cortapisas impuestas por la
constitución vigente, para incrementar, aun más su poder y la dependencia de
sus clientelas a su control. Y como los empresarios corruptos no tienen problema
para cooptarlos con dadivas, ayudan a que los políticos tengan más y más poder
a cambio de una anhelada estabilidad para continuar maximizando sus beneficios.
Y la burocracia globalista seduce a esos políticos con dadivas e influencia
para imponer sus agendas de gobierno mundial.
¿Qué debemos hacer? Pues votar EN
CONTRA de la propuesta de mamarracho 2.0 en diciembre próximo, y en seguida
1. DESALOJAR
a todos los políticos de izquierda y de derecha, purgando a todos quienes hayan
propiciado esta estafa, incorporando a nuevos miembros del poder legislativo y
ejecutivo.
2. Mandatar
a esos nuevos representantes del poder legislativo, la modificación a la
constitución y a la ley con el fin de:
a. que se reduzca
drásticamente las dietas parlamentarias,
b. Se suprima
el financiamiento público a los partidos políticos,
c. Se
elimine el cargo de gobernador provincial electo.
d. Introduzca
el juicio de cuentas por acción popular, a todo representante que haya ejercido
cargos de elección popular y judiciales.
e. Sancionar
y prohibir el financiamiento ilegal de partidos políticos.
f.
PROHIBIR la reelección de los cargos de
elección popular e inhabilitar a quienes hayan ejercido esos cargos, a
cualquier cargo y a otros cargos de elección popular.
g. PROHIBIR,
el cogobierno de la burocracia de los organismos internacionales e instar ante
la Asamblea General de naciones unidas y organización de estados americanos, a
la disolución de esa burocracia, cabeza de playa de la oligarquía capitalista
mundial. Prohibir la jurisdicción de tribunales extra soberanos por hechos
ocurridos en el territorio nacional.
h. Exigir a
los miembros del poder judicial, el cumplimiento irrestricto de la ley soberana
chilena y crear un tribunal de cuentas y prevaricato integrado por miembros
ajenos al poder judicial, para sancionar a los jueces que fallen contra derecho
expreso.
i.
Exigir a las fuerzas armadas y de orden
el cumplimiento de sus mandatos legales y constitucionales.
Mayo 2023