viernes, 30 de septiembre de 2022

GOBIERNO DE BORIC SE SUPERA: LOGRA JUNTAR LA MENTIRA CON LA ESTUPIDEZ

 Leo en Economía y Negocios de El Mercurio del día 28/9/22 la siguiente noticia “Meta de descarbonización a 2024 se supera con salida de dos centrales esta semana”. Salen de la oferta eléctrica dos centrales más. Este “gran logro” del gobierno de Boric fue el fruto de un ejercicio que ha demandado enorme esfuerzo: apagaron los interruptores. Con este gran esfuerzo los chilenos perdemos 1.135 mega watt de potencia instalada y efectiva a disposición de los hogares y empresas chilenas, de los 5.281 que disponíamos. Una gran meta. Ayudaremos al planeta.

Pero sucede que ese mismo día, el cuerpo de noticias internacionales nos informa que el gasoducto Nord Stream ha sido víctima de un sabotaje que impedirá la provisión de gas a Europa, y que la consecuencia de esta interrupción significará que el gas en el mercado internacional subirá entre el 15 y el 25%, continúe o no la guerra de Rusia con Ucrania. Dice la prensa que no se sabe quién cometió este acto terrorista; si fue Rusia o EEUU, lo que es completamente indiferente porque a ambos son exportadores netos de gas natural, que se verán beneficiados por igual. Todos los que no producen gas natural, serán más pobres y los que lo producen más ricos.

Volviendo a nuestro país de “cerebros” voy a sintetizar como se llegó a esta genialidad de destruir el capital de la economía chilena sacando de circulación el 20% de la capacidad de producir energía.

1.      Circula la tesis dominante que el clima se está calentando en todo el planeta. ¿Verdadero o falso? No hay evidencia científica que el clima se esté calentando porque no hay capacidad para medir globalmente un fenómeno de esa naturaleza. Lo que relata la prensa y la TV con gente refrescándose en las plazas es eso: un relato, sin correlato empírico.

2.      El supuesto calentamiento global sería por causas antropogénicas, es decir lo causaría el hombre desde los albores de la revolución industrial. La quema de hidrocarburos produciría un exceso de dióxido de carbono en la atmósfera que actuaría como un invernadero impidiendo la liberación de calor desde la corteza y asándonos como pollos al horno. ¿Verdadero o falso? Falso. Por las siguientes razones:

a.      El dióxido de carbono es un gas incapaz de producir un efecto planetario porque su densidad es ínfima.

b.      La proporción del dióxido antropogénico, es decir generada por acción del hombre, es ínfima respecto de todo el dióxido de carbono presente en la atmósfera. Por ejemplo, el estallido de los Volcanes Hudson, Chaitén y Calbuco en menos de diez años solo en Chile, produjo más dióxido de carbono que el hombre desde los albores de la era industrial.

c.       La presencia de ese gas en la atmósfera es esencial para la vida del planeta. Sin él desaparecería el reino vegetal y por consecuencia el hombre.

3.      Los principales liberadores de dióxido de carbono a la atmósfera no participan del acuerdo de reducir las emisiones. Uno de ellos es China, que sigue construyendo centrales térmicas a gas y a carbón a gran velocidad. Según dan cuenta las mismas autoridades chinas, los últimos tres años se ha incrementado anualmente la potencia instalada en China cinco veces la potencia instalada total de Chile. Es decir, en tres años han entrado en operación en China más de quince mil mega watt que liberan dióxido de carbono a la atmósfera.

4.      La “cooperación” de Chile a la supuesta mitigación del supuesto calentamiento global es pues completa y absolutamente inútil al fin declarado.

En cualquier caso, las centrales a gas y a carbón producen dióxido de carbono por igual. Cabe preguntarse ¿por qué no apagamos mejor las centrales de gas que sale más caro? Porque las de carbón son más contaminantes de otros gases, responden los expertos. ¿Pero el objetivo no era solo el dióxido de carbono? Es que resulta más cool la palabra “descarbonizar” porque el carbón es negro y tizna. Cabe destacar que las centrales a carbón de última generación casi no contaminan porque disponen de filtros que liberan las emisiones de sulfuros que en los años 50 y 60 causaban desastres ecológicos en Puchuncaví en Chile o en la cuenca del Rühr en Alemania.

Ah, se me olvidaba la otra gigante mentira: reemplazaremos la generación por las energías renovables no convencionales. Esta no es ya una mentira, es un fraude. Las famosas ERNC, no son no-renovables (los equipos que las generan tienen una depreciación aceleradísima); jamás podrán suplir a las mega centrales hidroeléctricas y termoeléctricas porque jamás aseguran la provisión de energía. Tienen potencia instalada que siempre será inferior a la potencia disponible. Con el transcurrir de tres a cinco años se podrá saber cuál fue su aporte real al sistema interconectado, pero jamás podremos depender de esa tecnología en exclusiva.

La agenda de renovación energética la impuso las naciones unidas. Se habló de descarbonizar y no de desmontar la termoelectricidad en general, porque el carbón es barato y no afecta a los mega millonarios que manejan el mercado mundial del gas. Los productores de carbón en el mundo están dispersos y carecen de voz potente. Los de gas son pocos y roncan. Así de simple.

Entonces nuestro presidente capitán planeta, quiere ser un Greta Thumberg 2.0. Para eso adelanta la descarbonización y le regala al mundo dos años de higiene ambiental. Pero supera a la adolescente torva y mal agestada porque ha efectuado un logro notable: juntar la mentira -calentamiento global, antropogénico, generado con los hidrocarburos y principalmente por el carbón- con la estupidez -hacer la matriz eléctrica dependiente exclusivamente de la provisión de gas natural, justo en la fecha en que ese insumo inexistente en nuestro país se hará al menos 20% más caro.

Con Piñera sufrimos la destrucción de la autarquía eléctrica cuando saboteo ilegalmente junto a su ministro Longueira el proyecto Hidroaysén. Pero su sucesor Boric lo está superando ampliamente porque sus logros como Capitán Planeta nos dejarán con un precio de la energía que significará pobreza y dependencia.

Septiembre 2022

lunes, 19 de septiembre de 2022

BORIC: EL SEÑORITO SATISFECHO

 

El episodio del rechazo -con elástico- de las cartas credenciales del embajador de Israel por parte de Gabriel Boric Font, ha puesto de manifiesto la tipología mental de quien ocupa el cargo de jefe del Estado. En diciembre del año 2021[1] publiqué una columna en este blog, para perfilar la condición sicológica de quien asumiría la jefatura del Estado y de la generación que lo eligió. Hablé entonces de quienes siendo superados por las circunstancias del mundo complejo y percibido como hostil, asumían una perspectiva binaria de un mundo imaginado por ellos, poblado por víctimas y victimarios.

Pero el episodio del embajador rechazado, además de confirmar la perspectiva victimista a través de la cual Boric y su generación observa el mundo, ha develado una segunda distorsión de consecuencias mucho más graves en quien ocupa el cargo de presidente de Chile, por el daño que puede causar a los chilenos, y que desde luego ha causado con su lamentable decisión. Conducta a la que Ortega[2] describe como, el síndrome del señorito satisfecho.

Esa tipología humana que ha parido la sociedad de masas en la que vivimos, al encontrarse rodeada de instrumentos prodigiosos, de medicinas benéficas, de Estados previsores, de derechos cómodos, ignora, lo difícil que es inventar esas medicinas e instrumentos y asegurar para el futuro su producción; no advierte lo inestable que es la organización del Estado, y apenas siente dentro de sí obligaciones. El señorito satisfecho es el que cree poder comportarse fuera de casa con los caprichos que le son tolerados en casa. Cree que nada es fatal, irremediable e irrevocable. Por eso cree que puede hacer lo que le dé la gana.

Israel es un lejano país poblado de gentes que se levantan todos los días consientes que deben ejercitar su voluntad de resistir y acometer contra adversidades naturales y sociales, asumiendo que su modo de vida se encuentra en constante peligro de extinción por esas adversidades. ¿Por qué lo hacen? Tienen sus complejísimas razones históricas colectivas, que cualquiera que tenga relaciones diplomáticas con ese admirable pueblo debiese tener meridianamente claras, sobre todo cuando, como nuestro país, se tienen relaciones comerciales que lo ligan estrechamente. A la voluntad de los israelíes se les opone un pueblo con una historia también milenaria, que tiene del mismo modo sus complejas razones para oponerse a la voluntad del estado de Israel y que por razones complejas de describir, manifiestan una eficacia menor para hacerlo. ¿Desde cuando existen en el mundo este tipo de conflictos? Desde siempre.

¿Como observan esta realidad los victimistas? Identificando en el conflicto una víctima y un victimario. No hay matices. Todo en su mundo es binario y rechazan cualquier advertencia de la complejidad del fenómeno. La política no es el arte del gobierno del estado hacia el bien común. La política para los victimistas como Boric, es poner una frontera entre los buenos y los malos, como cuando vemos una película de western. Así lo ha hecho en toda su estrecha existencia: discutiéndolo entre amigos al calor de las piscolas a las tres de la mañana.

Y aquí viene lo grave: Elijo en el conflicto quién es víctima y quien es victimario, como se eligen huevos blancos o huevos de color en un anaquel de supermercado, y obro en consecuencia. ¿Cómo? Con la actitud del señorito satisfecho, sin atisbo de responsabilidad por la consecuencia de mis actos. ¡Pero sucede Gabriel que eres jefe de Estado de una nación poblada por dieciocho millones de almas que dependen y sufren las consecuencias de tus caprichos! Me importa un bledo. Las cosas se solucionan solas. Así he visto siempre el mundo en la comodidad de mi existencia.

¿Tenemos conciencia los chilenos de la envergadura del peligro de tener esta categoría de dirigentes? Creo que no lo suficiente.

No hay duda de que una parte significativa de los chilenos estamos conscientes de que Boric es un socialista que aspira a una sociedad planificada y hostil a las libertades personales que muchos defendemos. Efectivamente existe un peligro de que se imponga esa agenda y por eso somos opositores a su gobierno. Pero ese no es el peligro más grave que su permanencia en la jefatura de estado supone.

El mayor peligro es de tener un presidente con una alteración en la percepción de la realidad, como el que manifiesta a través del episodio comentado. Estamos gobernados por una persona sin trayectoria vital. No digo sin experiencia política porque eso puede tener remedio. Estamos gobernados por un señorito satisfecho, quien no solo no tiene las aptitudes prudenciales para ejercer el cargo, sino por quien no desea tenerlas. Estamos gobernados por quien la experiencia nada le sirve porque ya resolvió de modo definitivo su estrecho mundo poblado por buenos y por malos.

Ojo con un detalle del episodio: el rechazo de las credenciales pretendió ser con elástico; “por ahora” aclara el comunicado. Es decir, para manifestarle al estado y al pueblo de Israel, su inane opinión, que ellos son los malos de esta película de western que es la realidad.  Es decir, el rechazo lo hizo Boric pretendiendo que no debiese tener efecto adverso alguno. ¿No es esto manifestación clara de una percepción alterada de la realidad?

Señores miembros del Congreso nacional de todo el espectro político: ¿No es el momento de pensar en una acusación constitucional, antes que sea muy tarde?

Setiembre de 2022

martes, 6 de septiembre de 2022

Y AHORA ¿QUIEN PODRA DEFENDERNOS?



Recordará el lector que la pregunta que intitula estas letras es la que se hacen las víctimas de los villanos en El Chapulín Colorado, del inmortal Bolaños. Aparecía el torpe superhéroe respondiendo; ¡yo! Y luego cometiendo todo tipo de chambonadas con infinita torpeza, pero siempre de buena fe. En el desarrollo de la comedia, nunca solucionaba nada y por lo general agravaba los problemas.

Los resultados del plebiscito de salida, previsible en su preferencia por el rechazo, ha sido imprevisto en cuanto a la magnitud de ese rechazo. Toda la orquesta financiada desde hace mucho por dinero de fundaciones globalistas, dinero de los impuestos de usted estimado lector, y la desembozada vocación de la clase política de cuidar exclusivamente su pega y espacio de poder, no fueron suficientes. El votante, ante el peligro de perder la soberanía de Chile reaccionó masiva y lúcidamente, especialmente en los sectores más desposeídos. La derecha se esmeraba en que el resultado fuese estrecho en favor del rechazo para legitimar sus cesiones y concesiones a la izquierda que busca “cambiar el modelo”. Y por ello entre esa casta ilegítimamente privilegiada pande el cúnico como decía nuestro Chapulín.

Mi referencia al Chapulín pretende prevenir la infinita torpeza que significaría hacerse la pregunta desde la perspectiva pasiva del mundo y de la vida; y ahora ¿quién podrá defendernos? Al hacernos esa pregunta, aparecerán los chapulines de la clase política diciendo; ¡yo! Y, al igual que Chapulín, no harán otra cosa que chambonadas, pero en este caso de mala fe, tal como El Acuerdo por la Paz y la Democracia de noviembre de 2019. Y ello porque, metaforizando nuestra circunstancia, es un hecho que la clase política no ha dado el ancho, y le faltan palos para el puente para encontrar la solución. Y por eso seguirán metiendo la pata en el balde como los tres chiflados hasta que los desalojemos y los reemplacemos.

Si nos comportamos como adultos y como demócratas, debemos pues cooperar en la formulación de las preguntas desde una perspectiva activa sin esperar que los chapulines políticos continúen con sus cambonadas. Propongo para empezar:

a.       ¿De dónde viene el malestar?, que lo causó y que hizo posible el apoyo popular del 19 de octubre de 2019. No se trata desde un principio de condenar o justificar la o las causas. No importa inicialmente concluir que esas causas sean torpes, irracionales, sean justas o injustas, sean legítimas o ilegítimas. Se trata primeramente de identificarlas. La clase política encargada de hacerlo ha errado sistemáticamente impulsada por el temor y se ha visto arrastrada perrunamente en un relato de la izquierda revolucionaria. Tampoco en este ejercicio salgamos por la ventana del problema, señalando que la causa suficiente y necesaria ha sido una mega conspiración terrorista diseñada por extranjeros perversos. Y conste que yo conjeturo que puede haber existido tal asonada terrorista intermediada por una conspiración. Pero lo que no creo es que sea la causa suficiente y necesaria de la crisis. Tampoco descansemos cuando desentrañemos una causa. Porque la vida nunca ha sido sencilla y este complejo fenómeno que afecta a nuestra patria – el malestar- tiene sin duda varias causas inmediatas y mediatas.

 

b.       ¿Hacia dónde podemos conducir ese malestar para superarlo? Antes de respondernos a esa pregunta, debemos tener presente que hay dos puntos de partida. Dos premisas radicalmente distintas para transitar en la búsqueda de la verdad. Esos dos caminos radicales son el que se funda en la concordia como posibilidad, y el segundo que se funda en el conflicto como fatalidad. Los hombres y mujeres de buena voluntad, debemos oponernos tenaz y militantemente como respuesta al conflicto como fatalidad, y debemos transitar generosamente por el camino de la concordia. Pero hay que decir que con solo tomar la opción de la concordia no habremos dado respuesta a la pregunta. Pero al menos sabremos por donde no debemos conducir ese malestar.

El del conflicto como fatalidad sigue la tradición bíblica del primer hijo de mujer, que levantó la quijada de un burro y la dejó caer contra su hermano Abel, llegando así a la síntesis del primer conflicto dialéctico de la historia. El materialismo dialéctico, que es la representación racional de la emoción de Caín – alguien, que no soy yo, es culpable de mi adversa condición -; es una emoción omnipresente en el género humano y basta acicatearla como hacen los marxistas para que prenda como el fuego en el pasto seco. Fue así como esa nefasta doctrina seudo filosófica, parió en el siglo XIX al comunismo marxista. Como en Chile pocos leen y menos entienden lo que leen, aún existe un partido comunista chileno - el único políticamente activo en el mundo- sin tener en cuenta sus militantes y simpatizantes, las lecciones de Solyenitzin en Archipiélago Gulag o del Libro Negro del Comunismo Chileno escrito por el profesor Mauricio Rojas, o de El Rescate de Chile de Eudocio Ravinés y un largo etcétera de testimonios y relaciones sobre los horrores provocados por esta ideología homicida. Pero aparentemente “superadas las síntesis” de los horrendos genocidios comunistas, el materialismo dialéctico ha parido otros engendros de menor peso conceptual, pero no de menor capacidad para hacer daño: la ideología de género, el indigenismo, el ecologismo y otros victimismos varios; todos ellos promoviendo el conflicto como partero de la historia.

El conflicto es inherente al género humano, pero su uso sistemático en política no le da la virtud de ser el partero de la historia como decía el fatal Carlitos, sino más bien el panteonero de la historia. La parálisis intelectual que padece nuestra derecha política, fruto de una fatal mezcla de estulticia y de frivolidad, no sabe, no conoce y no quiere saber estas cosas. Por eso se deja arrastrar hacia el abismo que los únicos que hacen política en nuestro país los arrastran: los comunistas.

Objetado pues el conflicto como camino de liberación, estaremos – que no quepa duda- sin el concurso y la cooperación de quienes han obliterado o sellado sus mentes con las premisas del materialismo dialéctico y obraremos con su resistencia. Esta disposición inspirada por la virtud de la fortaleza es la que les ha faltado a nuestros mediocres dirigentes políticos.

La tarea entonces será cuesta arriba y consistirá en discernir cuál es el camino de concordia y cooperación que haga posible suprimir ese malestar y expandir la inteligencia, la libertad y la prosperidad de los chilenos, teniendo presente esos objetivos escalonados y en ese orden.

 Es extraordinariamente importante jerarquizar esos objetivos colectivos. Primero la inteligencia, sin la cual no hay espacio a la segunda, la libertad. Y teniendo cada ciudadano el control de su destino personal – es decir, siendo libre- solo entonces aspirar a la tercera: la prosperidad.

 La prosperidad en Chile, divorciada de la inteligencia prudencial, y del gobierno personal de cada individuo, ha propiciado la avidez imprudente del consumismo, estimulando la crónica impericia del chileno para las decisiones económicas racionales de gasto, ahorro e inversión. Y esa crónica impericia induce a muchos a estar dispuestos a enajenar su libertad por las certezas que ofrezca (que nunca cumple) el papá estado. La prosperidad sin inteligencia induce a estar dispuestos a enajenar su libertad por las certezas que ofrezca (que nunca cumple) el papá estado. La prosperidad sin inteligencia y sin libertad es una piñata colgando con el cuerno de la abundancia que nunca se puede alcanzar y que genera ansiedades, angustias y conflictos infinitos.

 La codicia de los ricos – causa basal de la suicida concentración económica-, es también expresión de la falta de inteligencia de gran parte de nuestra clase empresarial, que, con un narcisismo obtuso se auto perciben como una élite interesada por el futuro de Chile, y cualquier observador mínimamente lúcido los percibe como una cofradía de rastacueros[1].

 Cuando hablamos de un camino de concordia y cooperación, nos referimos a instaurar normas de conducta sociales y jurídicas que hagan posible que todos los chilenos sean partícipes de esa triple expansión. El liberalismo económico y otros ismos con recetas ideológicas, nos ha pretendido convencer de la imposibilidad de aquello: O se promueve a rajatabla el individualismo económico y la libertad de hacer lo que me venga en gana, o perecemos en el totalitarismo socialista. Así el crecimiento económico es la única llave a un estado impreciso -definido solo estadísticamente- llamado “desarrollo económico y progreso” al estilo del llamado primer mundo, hoy en pleno colapso. Porque habiendo entre sus cultores poca lectura y/o comprensión lectora, han olvidado que existe la justicia prudencial y distributiva, virtud inherente a la función gubernativa y legislativa, ineludible a la hora de cimentar una legitimidad del estado que ordene la convivencia colectiva.  

Respondiéndonos esas y otras preguntas enfocadas por la concordia a impulsar a nuestro querido Chile, crearemos lo que hoy está ausente del debate: la opinión pública, mediada por la razón, y no por la prensa y las empresas de encuestas, compradas ambas por agendas globalistas de los dueños del dinero mundial.

Septiembre de 2022



[1] Dicho de una persona Incultaadinerada y jactanciosa.