viernes, 25 de diciembre de 2020

LA AMENAZA DE LOS COMUNISTAS A LA CONVENCION CONSTITUYENTE

 A ningún hombre amenacen

 Porque naides se acobarda

 Poco en conocerlo tarda

Quien amenaza imprudente

Que hay un peligro presente

Y otro peligro que aguarda.

Martín Fierro

 


En una república democrática, los medios de acción política son la persuasión, la transacción y la coerción. Como sabemos el funcionario que ocupa el cargo de presidente de la República, ha renunciado al uso de la coerción; no ha sido capaz de persuadir -según encuestas – a más de a un 7% de los chilenos, y no ha podido convencer a una oposición tenaz y degradada de transigir en las más básicas iniciativas de gobierno. Eso en la escuela de derecho significaba tres bolitas negras y para la casa a volver a estudiar.

Y aquí viene el milagro que pudiera atribuirse a la Virgen del Carmen: no obstante estar sin gobierno y casi sin Estado, Chile funciona. Con pandemia, con los descerebrados que destruyen semanalmente de manera impune la propiedad pública y privada y tapizan de excrementos verbales las murallas; igual funciona.

Los incombustibles comunistas chilenos tuvieron su 26° congreso partidario de su historia. Lo escriben con número romanos para darle una solemnidad eclesiástica. En estas irritantemente aburridas reuniones, se renueva periódicamente su fe en la arcadia comunista que está por venir. Aprueban dos documentos finales; uno exotérico para la plebe y otro esotérico solo destinado al Komitern, que no conocerá el pueblo llano que somos nosotros. Son especies de encíclicas (pero de un nivel de abstracción ínfimo) que conforman la hoja de ruta de su religión laica y genocida. Esa fe que exige la negación ad infinitum de los crímenes cometidos por sus correligionarios en el pasado reciente. Hubo ahora sin embargo una novedad que sazonó su tedioso texto, con modalidades lingüísticas congruentes a la moda progre - light, que son ahora acompañantes de ruta para la ocasión. Repiten en el texto, decenas de veces pronombres y artículos femeninos y masculinos y saludos a los “compañeres”. Se cuelgan impúdicamente del éxito electoral del plebiscito que ellos calificaron hace pocos meses de traidor y entreguista. Lo más (o único) llamativo excluido del texto formal, es que han manifestado su intención de “rodear la Convención Constituyente para evitar las cocinas” y seguir avanzando hasta el pleno establecimiento de la arcadia comunista bolivariana.

Como decía Nicanor Parra; ¿No será mucho? Conforme con que el presidente Piñera les ha dado todas las facilidades a los delincuentes terroristas para operar impunemente. Conforme que un ministerio público integrado por la extrema izquierda hace un descarado abandono de sus funciones persecutorias del delito y del orden público que constitucionalmente les corresponde tutelar. De acuerdo que hay un poder judicial ideologizado con la premisa que los victimarios son más bien víctimas de esta sociedad injusta y patriarcal. Pero les insisto la pregunta a los compañeres: ¿se darán las condiciones objetivas para el anhelado asalto al palacio de invierno?

Yo diría que por primera vez en su larga historia de hemorragias verbales la ansiedad ha traicionado a los comunistas. Su arzobispo Secretario General (que hasta usa sombrerito de los jerarcas soviéticos) ha dicho socarronamente que era solo una metáfora. Pero seamos francos Compañere  Secretario General; una centena de flaites con molotov, la mayor parte de ellos remunerados – por Uds. mismos- que actúan libre e impunemente en base a la deliberada neutralización de las fuerzas de orden, instruidas taxativamente por nuestros valientes servidores públicos del ministerio del interior, son a mi juicio demasiado poco para asaltar el poder.

Y aquí viene el problema: amenazar tiene sus beneficios, pero también sus costos. ¿No habrá tenido, Compañere Secretario General, un delirio de creerse en la Rusia Soviética o en Checoslovaquia del año 68?  Como decía Julio Durán, las porfiadas cifras electorales dirán si Uds. tuvo un mal sueño, fruto de los excesos culinarios al cierre del XXVI Congreso.

Una pregunta final ¿Fue muy aburrido como siempre el congreso partidario; o las caras bonitas lo hicieron más llevadero?

Diciembre 2020

 

 

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